Se supone que todo empieza de alguna manera, todo tiene un principio. Cada historia sin él no sería nada.
Todo empieza y termina.
Pero…
¿Qué ocurriría si nuestro ansiado comienzo no llegase nunca?
¿Qué sería de nosotros sin una historia que contar?
La vida en sí misma es una sucesión de principios y finales, hasta que encontramos nuestra historia perfecta.
Aunque parezca sencillo, en muchas ocasiones vivimos casi toda nuestra existencia buscándola y cuando ya desanimados y cansados dejamos de perseguirla, simplemente ella nos encuentra a nosotros, como si hubiese estado todo el tiempo a la vuelta de la esquina y no nos hubiésemos dado cuenta hasta entonces y, de esta manera, empieza nuestro final feliz.
Espero que me encuentre pronto, que mi historia comience y nunca termine.
Porque, aunque no lo digamos, en el fondo todos queremos un “y vivieron felices y comieron perdices”.
Dicho queda :)